Recomiendo para quienes buscan una experiencia auténtica

La terraza en la azotea es un lugar increíble para relajarse y disfrutar del sol, aunque el clima era algo frío. La comida, especialmente el desayuno, era abundante y realmente buena, lo que hizo que empezara mis días de la mejor manera.

No fue barato, pero estaba dentro de lo razonable.

maravilloso pero con espacio para mejorar

La decoración del riad me dejó maravillado, cada rincón destila encanto y autenticidad. Además, el personal fue increíblemente servicial, siempre atentos a nuestras necesidades, haciéndonos sentir verdaderamente bienvenidos. Disfruté mucho de la terraza en la azotea con jacuzzi, un lugar perfecto para descansar después de explorar la ciudad.

Sin embargo, el ruido durante la noche fue algo incómodo y afectó un poco nuestra tranquilidad.

El patio era muy bonito y acogedor.

El ambiente es acogedor, lo que proporciona una buena sensación durante la estadía. Sin embargo, el baño era muy pequeño y el desayuno carecía de variedad, lo que puede resultar decepcionante. La habitación estaba limpia, pero el ruido del patio interior por las noches afectó la comodidad del descanso.

La habitación estaba limpia y bien cuidada, la ubicación era perfecta, a solo 15 minutos de la plaza. El desayuno improvisado que sirvieron antes de nuestras excursiones fue una gran sorpresa.

Nada negativo.

el personal fue muy atento y servicial en todo momento. la comida tardó mucho en servirse.

la decoración exquisita te transporta a otro mundo

atención personalizada, desayuno delicioso

ruido incómodo

Estuvimos en un viaje genial con amigos. El desayuno variado siempre fue una sorpresa. La ubicación es perfecta para visitar sitios históricos, como el Palacio de la Bahía y el Jardín Majorelle. Aceptaron nuestras sugerencias y siempre fueron amables. Recomiendo probar el té de menta en el patio, una delicia después de pasear.

El baño era un poco pequeño y la ducha no tragaba bien el agua, tuvimos que pedir más toallas porque solo había un juego.

un lugar mágico donde el corazón late más fuerte gracias a un desayuno marroquí excepcional y un personal verdaderamente encantador

El Riad Amina es un verdadero paraíso. La atención personalizada del personal es increíble, haciéndote sentir como en casa. Las habitaciones, aunque pequeñas, son cómodas y se mantienen impecables. La ubicación es ideal, justo a minutos de las atracciones principales. El desayuno tradicional marroquí es un deleite, lleno de sabores frescos. hay un jacuzzi en la azotea que te invita a relajarte después de un día explorando la ciudad. Sin duda, volvería a quedarme aquí.

Una experiencia inolvidable en el corazón de Marrakech

Disfrutamos de una estancia maravillosa. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudarnos. El desayuno estaba lleno de delicias locales y el té de menta en el patio fue un auténtico placer. ¡No olviden explorar la terraza con jacuzzi, un rincón relajante perfecto después de un día en la medina!

Ambiente acogedor, personal amable y servicial. Desayuno variado y delicioso cada día. Ubicación tranquila, aunque un poco alejada de las atracciones principales. Habitaciones limpias y cómodas, aunque algunas un poco pequeñas. La terraza con jacuzzi es perfecta para relajarse después de un día explorando la ciudad.

el baño era muy pequeño (pero la ducha estuvo bien). el personal fue súper amable y servicial, y el desayuno era buenísimo! ! las habitaciones están decoradas con buen gusto. la ubicación es excelente, en el corazón de la medina.

El lugar es un refugio de paz, con interiores marroquíes y un ambiente acogedor. Todo está muy bien cuidado y hay una terraza en la azotea con jacuzzi. Una delicia de experiencia en el corazón de la ciudad.

Cuidado! Si llevas prisa, las calles de la medina no son precisamente la autopista de peaje!

La terraza en la azotea es un verdadero oasis, equipada con un jacuzzi que se siente más relajante que un día de spa. Las habitaciones, aunque pequeñas, tienen un encanto que me hizo sentir como si estuviera viviendo en una novela marroquí. más acogedor que el abrazo de una buena amiga. Y no puedo olvidar el aire acondicionado, que fue como un abrazo fresco en medio del calor de Marrakech.

Wi-Fi inestable